Afirmar que las redes sociales ayudan a establecer relaciones entre las personas es algo que puede tener una amplia aceptación siempre y cuando mantengamos el control de las mismas de la misma manera que lo mantenemos con la relaciones personales presenciales.
El uso generalizado del smartphone ha propiciado tener acceso a las redes sociales en cualquier momento y en cualquier lugar, incluido en entorno laboral. Pero ¿de qué manera podemos utilizar las redes para enriquecer nuestra labor profesional educativas?.
Para sentar las bases de la relación entre redes sociales y organización educativa, conviene acudir en primer lugar al MOOC Community Manager Educativo de intef dónde se recoge la clasificación de las redes sociales en generalistas o especializadas, y por temática o por contenido, además de las dos maneras de llevar a cabo una red social educativa. En segundo lugar debemos comprender la necesidad de concretar nuestro entorno personal de aprendizaje o PLE que puede definirse como un conjunto de herramientas, mecanismos y actividades que nos permiten acceder a la información, reflexionar sobre ésta y compartirla, con el fin final de generar conocimiento. En base a esta definición, todas las organizaciones educativas, por el mero hecho de gestionar conocimiento y tener presencia en redes sociales y otros servicios de la web social, tienen un PLE: un PLE organizacional u OLE(Organizational Learning Environment) que además integra los PLE personales de los componentes de la organización educativa, dando lugar a una especie de inteligencia colectiva (Carlos Magro).
Analizar la presencia en redes sociales de la organización educativa mediante el CANVAS de la imagen no va a ser nada complicado, pues si no disponemos de recursos adecuados, tanto personales como materiales y temporales, tener perfil activo en una red social es algo que no se percibe como una necesidad, pues hacer visible el centro, compartir contenido, tener un canal directo de comunicación con la comunidad educativa y tener presencia en la redes, no figura entre los objetivos compartidos por el equipo docente, al menos de manera explícita.